Como cristianos nos unimos a los diez deseos del obispo de Querétaro (México), monseñor Mario de Gasperín para el año 2009:
1. La unión familiar. Incrementar la unión de la familia completa: papá, mamá, hijos y, si están los abuelitos, mejor. Evitar toda violencia familiar, los malos tratos y las palabras groseras. La familia que vive mejor es aquella donde hay respeto y reina el amor. 2. La fidelidad conyugal. Decir no al divorcio; no a los hijos fuera del matrimonio; no a las uniones libres; no a los niños sin papá. Todo esto significa decir “sí” a la vida y al amor. Amor es fidelidad para toda la vida. 3. Trabajo arduo. Ganarse el pan con el sudor de la frente. El dinero fácil se convierte en trampa; no da felicidad. Pagar el salario justo y evitar la corrupción. Una vida honesta, sin vicios, es siempre una buena inversión. 4. Ecología familiar. No desperdiciar el pan, el agua, la luz. No contaminar. Sembrar plantas y flores. La salud es siempre la riqueza mayor. 5. Ahorro y austeridad. No gastar más de lo que se gana. Evitar comprar fiado y pedir prestado. Todo abuso se paga. Vivir con austeridad es un arte y una virtud cristiana. 6. Alegría de vivir. Disfrutar de las maravillas de Dios: la vida, la luz, el aire, el sol, el campo, la familia, los amigos. Completar esta riqueza con la lectura de un buen libro, comenzando por la Biblia y el Catecismo. Aprender a escuchar y conversar en familia. Escuchar música seria, no ruido. La cultura es adorno del alma y fuente de felicidad. 7. Amor a la tierra. No tener tierra sin producir. Hacer en el patio de la casa el huerto familiar. También en macetas. Preferir los productos nacionales y de la región, a los importados. Apoyar siempre a los trabajadores del campo mexicano. 8. Confianza en Dios. Reconocer el poder de Dios y de su divina Providencia. Dios es defensor del pobre. Ser agradecidos. Asistir a Misa todos los domingos. Dar a Dios y al César lo que corresponde a cada uno: Cumplir con los diezmos y pagar los impuestos. 9. Oración en familia. Rezar juntos ante el altar familiar. El Rosario es lo mejor, y más si se añade una pequeña lectura de la Biblia. Repasar con los hijos los Diez mandamientos. 10. Ser solidario. No olvidar que hay siempre alguien más necesitado que nosotros. Tener algo para compartir y jamás negar el pan a quien padece necesidad. A la autoridad civil corresponde la justicia, la salud y la alimentación del pueblo; “pero no hay orden estatal, por más justo que sea, que haga superfluo el servicio del amor” (Deus caritas est, 28). Fuente | lafamilia.info
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Comentario del Evangelio
Lucas capítulo 2, versículos 22 al 40 Simeon es un personaje entrañable. Lo imaginamos casi siempre como un sacerdote anciano del Templo, pero nada de esto se nos dice en el texto. Simeon es un hombre bueno del pueblo que guarda en su corazon la esperanza de ver un dia «el consuelo» que tanto necesitan. «Impulsado por el Espiritu de Dios», sube al templo en el momento en que estan entrando Maria, Jose y su niño Jesus. El encuentro es conmovedor. Simeon reconoce en el niño que trae consigo aquella pareja pobre de judios piadosos al Salvador que lleva tantos años esperando. El hombre se siente feliz. En un gesto atrevido y maternal, «toma al niño en sus brazos» con amor y cariño grande. Bendice a Dios y bendice a los padres. Sin duda, el evangelista lo presenta como modelo. Asi hemos de acoger al Salvador. Pero, de pronto, se dirige a Maria y su rostro cambia. Sus palabras no presagian nada tranquilizador: «Una espada te traspasara el alma». Este niño que tiene en sus brazos sera una «bandera discutida»: fuente de conflictos y enfrentamientos. Jesus hara que «unos caigan y otros se levanten». Unos lo acogeran y su vida adquirira una dignidad nueva: su existencia se llenara de luz y de esperanza. Otros lo rechazaran y su vida se echara a perder. El rechazo a Jesus sera su ruina. Al tomar postura ante Jesus, «quedara clara la actitud de muchos corazones». El pondra al descubierto lo que hay en lo mas profundo de las personas. La acogida de este niño pide un cambio profundo. Jesus no viene a traer tranquilidad, sino a generar un proceso doloroso y conflictivo de conversion radical. Siempre es asi. Tambien hoy. Una Iglesia que tome en serio su conversion a Jesucristo, no sera nunca un espacio de tranquilidad sino de conflicto. No es posible una relacion mas vital con Jesus sin dar pasos hacia mayores niveles de verdad. Y esto es siempre doloroso para todos. Cuanto mas nos acerquemos a Jesus, mejor veremos nuestras incoherencias y desviaciones; lo que hay de verdad o de mentira en nuestro cristianismo; lo que hay de pecado en nuestros corazones y nuestras estructuras, en nuestras vidas y nuestras teologias. La familia es el lugar natural de la educación. Los lazos que se crean en ella son los más fuertes y profundos. Como lo afirmó varias veces el Papa Juan Pablo II, la persona dentro de la familia es “querida por sí misma”, “no está en función de nada ni de nadie”, “no es considerada desde el aspecto utilitario o del valor material”. La familia es como un observatorio a todas las distancias. El comportamiento en casa es el más verdadero, mientras que en el colegio, en la calle, con otras personas -a no ser que sean muy amigas- presentamos de algún modo una apariencia. Familia vs medios de comunicación
En la familia los padres enseñan y educan con su propia vida, con su personalidad y con su amor; transmiten virtudes y las “contagian”, a sus hijos. Sin embargo, la televisión y los demás medios de comunicación están tratando de contrarrestar el papel de la familia como educador primario. Según el autor Fernando Hurtado del portal almudi.org, por culpa de los medios audiovisuales buena parte de los chicos de hoy en día se expresa del mismo modo y con el mismo argot, viste con el mismo estilo, tiene principios de razonamiento idénticos, y una visión de la sexualidad, del matrimonio y de la religión similar a la que trasmiten los medios. De acuerdo al autor, “detrás de esta identidad de conducta en la que desaparece la creatividad personal en aras de la uniformidad, las mismas ideas llegan a todos, del mismo modo, sin aparato crítico. Lo bueno y lo malo se presenta “cocinado en la televisión”, y es digerido y asimilado por todos. Como no se presenta otra alternativa cultural, o se presenta descalificada, casi no cabe resistencia.”. Ante esta influencia apabulladora, la familia es la fuerza mediática para contrarrestar la influencia negativa de muchos programas televisivos. ¿Qué hacer ante esta situación? Descubrir todo el potencial humano que como padres tenemos, el cual está en cosas pequeñas y en cosas grandes:
Fuente | La Familia |
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El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor. Archivo
Febrero 2019
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